Existen distintas formas de resaltar tu mirada cuando hablamos de maquillaje. Uno de los elementos básicos es el delineador. Es muy importante saber cómo usarlo ya que con él podemos cambiar la forma en que se ven nuestros ojos y el impacto que causan.
Uno de los puntos importantes a tener en cuenta a la hora de usar el delineador es el tamaño de tus ojos:
Si tenés los ojos separados: Qué la línea que logres con el lápiz vaya desde un extremo al otro del ojo, es decir, desde el lagrimal justo hasta donde termina el ojo.
Si tenés ojos chiquitos: Para dar la sensación de una mirada más amplia, utilizá un delineador clarito. Para pintarte, en lugar de comenzar desde el lagrimal, hacelo desde la mitad del ojo hacia afuera.
Si tenés ojos juntos: Lo importante es que la línea del final de tus ojos se prolongue un poquito hacia afuera. Al igual que con los ojos chicos, no empieces a pintarte desde el lagrimal, sino desde la mitad del ojo.
Si tenés ojos grandes y redondos: Para lograr que tus ojos tengan otra apariencia, podés utilizar un delineador líquido para darle una linda terminación al ojo y delinéate suavemente la parte de abajo del ojo por dentro.
Ahora, otro punto importante acerca del delineador es el color ¿Cómo saber qué tono utilizar? Te contamos los efectos de cada uno:
Blanco: cuando aplicás este color del lado de adentro de tus ojos vas a crear la sesación de un ojo más grande. Vas a crear una mirada súper soñadora con este color.
Negro: Es el básico en cuanto a delineadores. Para aumentar el tamaño de tus ojos, aplicalo siguiento el contorno.
Verde: Es ideal para las que tienen ojos castaño claros.
Azul: Si estamos hablando de un celeste, el efecto será el mismo que el color blanco. Un azul oscuro sería parecido al negro, pero resalta tus ojos de una forma distinta y la da un toque de luminosidad a tu mirada ¡Imperdible!
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